El origen del Día Internacional de la Mujer, es tema de discusión
permanente en el movimiento feminista, muchas lo remontan al 8 de marzo de
1908, fecha en que, supuestamente, 129 obreras de la empresa Cotton Textile
Factory de Nueva York, murieron carbonizadas dentro de la fábrica que habían
ocupado, en el marco de una huelga por reclamos salariales. Otras lo ponen en
duda, entre otras cosas, porque el 8 de marzo de 1908 era domingo.
Existe en cambio consenso sobre el hito que proyectó la fecha al plano
internacional. En 1910, durante un Congreso
Internacional de Mujeres Socialistas que reclamaba el voto femenino, realizado
en Copenhague, Dinamarca; la alemana Clara Zetkin, dirigente del Partido Socialdemócrata
Alemán y fundadora de su sección femenina, propuso que se estableciera el 8 de
marzo como el Día Internacional de la Mujer.
Un reclamo reiterado de las marxistas es la
rememoración del 8 de marzo de 1917, cuando en San Petersburgo muchas mujeres se
amotinaron, “anticipando y precipitando la revolución bolchevique”. Afirman que este
hecho “clave” ha sido silenciado, incluso por las Naciones Unidas –que en 1975
declaró al 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer-, para ocultar el origen
marxista de la fecha.
En nuestro país, las manifestaciones públicas se iniciaron durante el
gobierno del Dr. Alfonsín. El primer acto tuvo lugar en la Plaza de los Dos
Congresos el 8 de marzo de 1984 y fue encabezado por la casi centenaria
activista feminista y militante socialista Alicia Moreau de Justo, que actuó
como oradora.
Si el 8 de marzo estuvo ligado históricamente a la inserción de la mujer
en ámbitos laborales o políticos, hoy tiene otras miras. Los reclamos que
buscaron originalmente la “emancipación” social y económica de la mujer, se
redujeron a la promoción de su “emancipación” fisiológica. Hoy sólo parecen
interesar los “derechos reproductivos” y la “libertad sexual”. Los medios de
comunicación masivos, que cotidianamente agravian a la mujer, la saludarán en
su día y difundirán el pedido feminista: “aborto legal y gratuito”. (cf.
Notivida.org)
Como católica, el Día de la Mujer no soy la única que pienso que podría
celebrarse el 25 de Marzo, en que la criatura más perfecta del Universo, María
Santísima, Mujer plena, fue asociada nada menos que al misterio de la
Encarnación, por el que Dios redimió al hombre de la servidumbre del pecado.
¿Qué más dignidad puede pedirse?...
Permitir que se opaque ese día y la dignidad que la maternidad conlleva,
y dejarnos "robar" ese orgullo confundiéndonos con las feministas,
pobres mujeres que enmascaran sus brújulas con trapos rojos, es lastimoso y
vergonzante...
Disculpen...pero el mamarracho del 8 de marzo, YO NO TENGO NADA QUE FESTEJAR.
¡Pidamos una rosa el 25!
María Virginia Olivera Chariaud