¿Qué es la Música Sagrada?
Cuando nos preguntamos qué entiende la Iglesia por Música Sagrada o Litúrgica y cuales son los principios y normas fundamentales para su recta ejecución, debemos recurrir a lo que la Iglesia, Madre y Maestra nos enseña la cuando habla claramente el respecto. La Constitución sobre la Sagrada Liturgia del Concilio Vaticano II: “El Canto Sagrado ha sido ensalzado tanto por la Sagrada Escritura como por los Santos Padres y los Romanos Pontífices, los cuales en los últimos tiempos, empezando por San Pío X, han expuesto con mayor precisión la función ministerial de la Música Sagrada en el Servicio Divino”. Las normas son claras, “La Tercera Instrucción para exacta aplicación de la Constitución sobre la Liturgia dice: “No todo género de música, canto o sonido o sonido de instrumentos musicales, sin igualmente aptos para alimentar la Oración y expresar el Misterio de Cristo… De modo que no solo las palabras, sino también la melodía, ritmo y uso de instrumentos estén conformes a la dignidad y carácter Sagrado del lugar y del Culto Divino”. Dice el Papa Pablo VI refiriéndose a la música que se ha de interpretar en la Misa: “No todo es lícito, no todo es válido”. Es decir, esta música debe reunir tres características principales: Santidad o sacralizad; Belleza y Universalidad.
La Santidad o Sacralizad: La Música Sagrada debe ser Santa, pues es parte integrante de la Liturgia que es Santa por el hecho de ordenarse a la Gloria de Dios y la santificación de los fieles. Santo es el templo donde se escuchan las melodías Litúrgicas, Santas las palabras de la Liturgia, Santo el fin de la Liturgia, Santo sobre todo lo Santo es nuestro Señor en la Sagrada Eucaristía. Sagrado se opone a profano. Lo profano no es malo, sino que su lugar está fuera del ámbito de las cosas consagradas a Dios y a su culto. Es por eso, que no pueden incluirse ritmos, melodías, letras tomadas del folklore, o de moda. La música destinada a la Liturgia debe ser “Sacra” por características particulares, que le permitan formar parte integrante y necesaria de la Liturgia misma. La Iglesia por lo que se refiere a lugares, objetos, vestiduras, exige que tengan una predisposición adecuada a su finalidad Sacramental, mucho más lo exige para la música, que es uno de los más altos signos manifestativos de la Sacralizad Litúrgica; así pues, quiere que posea una predisposición adecuada a esta finalidad Sacra y Sacramental con características particulares, que la distingan de la diversión, a la evasión o incluso a la religiosidad amplia y genéricamente entendida”. En tal realidad la IGLESIA TIENE EL DEBER PARTICULAR de asegurar y colaborar en lo Sagrado de la Eucaristía. (…)
Belleza: la Música Sagrada debe ser verdadero arte con las rectas armonías musicales y reflejar la belleza de Dios, que es fuente de toda belleza. Para poder deleitarse el hombre según la recta razón y alabar a Dios con su mismo lenguaje. El hombre debe ofrecer lo mejor de su arte a Dios, sin escatimar esfuerzo alguno, ya que Dios se da a Sí mismo en cada Eucaristía.
Universalidad: La tercera característica es la de ser universal, que es lo mismo que Católica, ya que la Iglesia se extiende evangelizando a tos el orbe. Así lo recuerda Juan Pablo II en su Quirógrafo: “Que ningún fiel procedente de otra nación, experimente al oírla una impresión que no sea buena”.
¿Qué música cantar en la Liturgia?
Los géneros o estilos musicales que la Iglesia ha propuesto para ser ejecutados en la Liturgia son tres:
El Canto Gregoriano: como canto oficial de la Iglesia, siempre tiene el primer lugar.
La Polifonía Sacra: es decir, el canto coral a varias voces que eleva los espíritus de cantores y oyentes y convierte el canto en Oración.
El Canto Popular Sacro: es decir, aquel que todo el pueblo entona, siempre que reúna las características esenciales de Sacralizad, Belleza y Universalidad que pide la Iglesia.
“El Motu propio de San Pío X explica con admirable claridad y concisión la finalidad de la Música Sagrada, tanto es así, que ni el Concilio Vaticano II, ni la legislación posterior han considerado necesario repetirla”. Considerando conveniente citarlo literalmente: “La Música Sagrada, como parte integral de la Liturgia es dirigida al objetivo general de esta Liturgia, a saber la Gloria de Dios y la santificación y edificación de los files. Ayuda a aumentar la belleza y esplendor de las ceremonias de la Iglesia, y ya que su función principal es revestir el Texto Litúrgico, que se presenta a los fieles, con una melodía apropiada, su finalidad es hace el texto más eficaz, de modo que los fieles por este medio sean movidos a mayor devoción y que se tornen mejor dispuestos a recoger para si los ritos de Gracia que vienen de la celebración de los Sagrados Misterios”. San Agustín nos dice: “el que canta reza dos veces”.
¿Cómo participar en el Canto Litúrgico?
Existen dos forma principales de participar en el Canto Litúrgico, estas son: cantando y escuchando. A veces nos tocará entonar los cánticos, otras escuchar los que el coro canta. Y eso no va en detrimento de nuestra participación, ya que debemos tener claro que uniéndonos en la Oración estamos participando plenamente, incluso si no comprendemos las palabras por estar en otro idioma. Sabemos que son palabras Santas, tomadas de la Biblia o de los Textos Litúrgicos. En la medida en que nos unimos al Sacrificios de Cristo participamos más íntimamente de la Liturgia.
¿Cuál es el instrumento musical más apropiado pata la Liturgia?
En primer lugar, y como un don especialísimo de Dios, tenemos la propia voz humana. Con ella, no sólo emitimos los sonidos musicales, sino que también proferimos las palabras, palabras Santas dichas en la Liturgia, palabras que deben concordar con los sentimientos de nuestro corazón, como dicen los Santos: “Que nuestra mente concuerde con nuestra voz”. Luego, la Iglesia pone en un lugar privilegiado el órgano de tubos, que por la majestad de su sonido puede elevar los espíritus hacia Dios. Hoy en día hay teclados apropiados, que pueden adaptarse fácilmente a los requerimientos del culto imitando el sonido de los órganos tubulares. No está permitido incluir en la Liturgia instrumentos profanos o fragorosos.
Después de leer esto, ¿estoy capacitado para responder a quienes me pregunten?
· ¿Por qué no se puede introducir cualquier música en el templo?
· ¿Qué características reúne la Música Sacra?
· ¿Cuáles son los géneros permitidos para la Liturgia?Datos tomados de los Documentos Pontificios