La ley pide actualmente que los anticonceptivos suministrados sean “reversibles, no abortivos y transitorios”, esta expresión se reemplazaría por “no abortivos, regulares y de emergencia”. Lo que es una flagrante contradicción, porque las "píldoras del día después", también llamadas “anticoncepción de emergencia”, modifican la cara interna del útero impidiendo la anidación del embrión en el seno de su madre, lo que provoca su muerte (se puede consultar al respeto aborto farmacológico).
El dictamen de
Recordemos que aunque la ley vigente no las menciona, las “píldoras del día después” se reparten desde hace años en el marco del Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable y que la Resolución 232/2007 las incluyó en el Programa Médico Obligatorio (PMO), obligando a obras sociales y prepagas a brindarlas gratuitamente. Pero la tiranía abortista va por más, intenta que nadie acuda a la justicia en defensa de esas personitas recién concebidas que son los embriones. Dice la “Checha” Merchán en los fundamentos de su proyecto: “Una de las cuestiones que se plantea en contra del uso de esta anticoncepción de emergencia es que la misma es abortiva (.) y, por ende, se trataría de una actividad ilícita ya que nuestro derecho nacional así como también distintos instrumentos internacionales protegen a la persona desde la concepción” (.) “Existieron casos en que
Ante la duda asesínalo
Afirma Merchán “No toda relación sexual provoca un nuevo ser”, entonces la vida es hipotética y el aborto es hipotético; y “no puede esgrimirse válidamente que la existencia de la persona por nacer se ve seriamente perjudicada por la ingesta de la píldora en cuestión” ¿qué fármaco “hipotéticamente” mortal ingeriría la diputada? ¿jugaría Merchán a la ruleta rusa?
La concepción según Merchán
La vida empieza el día uno, cuando al unirse dos gametos -óvulo y espermatozoide- forman una nueva célula, el cigoto, con un ADN que define su ser y personalidad durante el resto de su vida. Es el momento de la concepción. Para Merchán, sin embargo, esa es sólo la primera condición, porque, desafiando la genética, exige el concurso de otras dos situaciones para que “se pueda hablar de concepción”.
La segunda, es “que la unión de los cromosomas sea compatible con la vida humana”. Entendemos que la diputada ha querido referirse a los bebés “incompatibles con la vida extrauterina”, los casos de anencefalia. No deja de sorprendernos la ideóloga feminista, un bebé enfermo no ha sido concebido, no existe, no es.
La tercera es “que el resultado de esa unión se implante en el endometrio del útero y allí se desarrolle”. La implantación es sólo un hito en el camino del desarrollo humano, lo esencial no muda. No podría llegar nunca a ser una persona humana si no lo fuera desde el comienzo. Aún así, no le alcanza a “
¿Cuando camine y tome solo la sopa lo considerará una persona? ¿cesará entonces su obsesión por matarlos?
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