viernes, 11 de diciembre de 2009

EXTRACTO DEL MENSAJE DE ADVIENTO DEL ARZOBISPO EMÉRITO DE SAN PABLO

La oración ocupa necesariamente un sitio central en la vida del Presbítero… Todos sabemos que cuando ella falta la fe se debilita y el ministerio pierde contenido y sentido… es como se, en el camino del seguimiento a Cristo, el Presbítero, que camina junto a otros, comenzase a retardarse siempre más y de esta manera se alejase del Maestro, hasta perderlo de vista en el horizonte. Desde este momento, se encuentra perdido y vacilante.

… San Juan Crisóstomo advierte que la disminución de los pastores hace y hará disminuir siempre más el número de los fieles de la comunidad.

… Verdaderamente sin el alimento esencial de la oración, el Presbítero enferma, el discípulo no encuentra la fuerza para seguir al Maestro y, de esta manera, muere por desnutrición. Consecuentemente su rebaño se pierde y, a su vez, muere.

… Como Moisés, el Presbítero debe quedarse con los brazos alzados hacia el cielo en oración para que el pueblo no perezca.

… Por esto, el Presbítero debe permanecer fiel a Cristo y fiel a la comunidad; tiene necesidad de ser hombre de oración, hombre que vive en la intimidad con el Señor. Además, tiene la necesidad de encontrar apoyo en la oración de la Iglesia y de cada cristiano. Las ovejas deben rezar por su pastor. Pero cuando el mismo Pastor se da cuenta de que su vida de oración resulta débil es entonces el momento de dirigirse al Espíritu Santo y pedir con el ánimo de un pobre.

… Junto al pesebre, el Niño Jesús nos invita a renovar hacia Él aquella intimidad de amigo y de discípulo para enviarnos de nuevo como sus evangelizadores.

Cardenal Cláudio Hummes

Arzobispo Emérito de San Pablo

Prefecto de la Congregación para el Clero

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