Jornada para las Comunicaciones Sociales
En el mensaje que dio a conocer hoy con ocasión de la 42º Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, que se celebrará el próximo 4 de mayo, el Papa Benedicto XVI propuso un concepto totalmente novedoso: la info-ética, que como la bio-ética en el mundo de las ciencias, oriente el uso de los medios en el mundo globalizado.
En el mensaje, cuyo tema es: "Los medios: encrucijada entre protagonismo y servicio. Buscar la Verdad para compartirla", el Pontífice señala "la importancia del papel que estos instrumentos tienen en la vida de las personas y de la sociedad. En efecto, no existe ámbito de la experiencia humana -más aún si consideramos el amplio fenómeno de la globalización- en el que los medios no se hayan convertido en parte constitutiva de las relaciones interpersonales y de los procesos sociales, económicos, políticos y religiosos".
El Papa reconoce que "gracias a una vertiginosa evolución tecnológica, estos medios han logrado potencialidades extraordinarias, lo cual plantea al mismo tiempo nuevos e inéditos interrogantes. Es innegable la aportación que pueden dar al flujo de noticias, al conocimiento de los hechos y a la difusión del saber, a la alfabetización y la socialización, como también al desarrollo de la democracia y al diálogo entre los pueblos".
"Los medios en su conjunto –prosigue el mensaje– no solamente son medios para la difusión de las ideas, sino que pueden y deben ser también instrumentos al servicio de un mundo más justo y solidario".
No obstante, advierte el Santo Padre, "existe el riesgo de que en vez de ello se transformen en sistemas dedicados a someter al hombre a lógicas dictadas por los intereses dominantes del momento. Éste es el caso de una comunicación usada para fines ideológicos o para la venta de bienes de consumo mediante una publicidad obsesiva".
"Con el pretexto de representar la realidad, se tiende de hecho a legitimar e imponer modelos distorsionados de vida personal, familiar o social", dice el Papa, y agrega que para ampliar la audiencia "a veces no se duda en recurrir a la trasgresión, la vulgaridad y la violencia".
Benedicto XVI advierte que "la humanidad se encuentra hoy ante una encrucijada", y que por ello "es necesario preguntarse si es sensato dejar que los medios de comunicación se subordinen a un protagonismo indiscriminado o que acaben en manos de quien se vale de ellos para manipular las conciencias".
En su advertencia más grave sobre el desafío de los medios, el Santo Padre señala que la extraordinaria incidencia de éstos en la vida de las personas y de la sociedad "es un dato ampliamente reconocido", "pero hay que tomar conciencia del viraje, diría incluso del cambio de rol que los medios están afrontando. Hoy, de manera cada vez más marcada, la comunicación parece tener en ocasiones la pretensión no sólo de representar la realidad, sino de determinarla gracias al poder y la fuerza de sugestión que posee".
Benedicto XVI propone así en la carta considerar el tema de los medios de comunicación "como parte integrante de la cuestión antropológica, que se plantea como un desafío crucial del tercer milenio. De manera similar a lo que sucede en el campo de la vida humana, del matrimonio y la familia, y en el ámbito de los grandes temas contemporáneos sobre la paz, la justicia y la tutela de la creación, también en el sector de la comunicación social están en juego dimensiones constitutivas del ser humano y su verdad".
"Precisamente por eso", agrega, es indispensable que los medios defiendan celosamente a la persona y respeten plenamente su dignidad".
Así el Papa lanza una propuesta audaz: "es necesaria en este ámbito una 'info-ética', así como existe la bio-ética en el campo de la medicina y de la investigación científica sobre la vida".
"Se ha de evitar que los medios se conviertan en megáfono del materialismo económico y del relativismo ético, verdaderas plagas de nuestro tiempo. Por el contrario, pueden y deben contribuir a dar a conocer la verdad sobre el hombre defendiéndola ante los que tienden a negarla o destruirla".
Así, el Pontífice señala que utilizar para este fin "todos los lenguajes, cada vez más bellos y refinados, de los que los medios disponen, es una tarea entusiasta confiada, en primer lugar, a los responsables y operadores del sector".
Pero advierte que esta es una tarea que "nos corresponde en cierto modo a todos, porque en esta época de globalización todos somos usuarios y a la vez operadores de la comunicación social".
"Los nuevos medios, en particular la telefonía e Internet, están modificando el rostro mismo de la comunicación y tal vez ésta es una maravillosa ocasión para rediseñarlo y hacer más visibles, como decía mi venerado predecesor Juan Pablo II, las líneas esenciales e irrenunciables de la verdad sobre la persona humana", concluye el Papa.
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