lunes, 28 de enero de 2008

A la Academia de las Ciencias

La ciencia no basta para comprender el misterio del hombre, dice el Papa

Al recibir esta mañana a los participantes del congreso interacadémico de la Academia de Ciencias de París y de la Pontificia Academia para las Ciencias, el Papa Benedicto XVI destacó que la ciencia no es capaz de comprender la complejidad del misterio humano, y que el hombre goza de una libertad que revela el sentido de su existencia.

Hablando a los científicos reunidos para el evento titulado "La identidad mutable del individuo", el Pontífice afirmó que en nuestra época "las ciencias exactas, naturales y humanas han conseguido avances prodigiosos en el conocimiento del hombre y de su universo", pero que al mismo tiempo "es fuerte la tentación de circunscribir totalmente la identidad del ser humano y de encerrarlo en el saber conocido".

Por eso, "para no emprender ese camino es importante no dejar de lado la investigación antropológica, filosófica y teológica, que ponen de manifiesto y mantienen el misterio propio del ser humano, porque ninguna ciencia puede decir quién es, de donde viene y a donde va. El saber del ser humano se convierte, pues, en el saber más necesario", agregó el Papa.

"El ser humano está siempre más allá de lo que se ve o lo que se percibe científicamente", afirmó el Papa, y remarcó que "descuidar la cuestión del "ser" del hombre lleva inevitablemente al rechazo de investigar la verdad objetiva sobre el ser en su integridad y, de hecho, a la incapacidad de reconocer el fundamento en el que se asienta la dignidad de todo ser humano, desde el período embrionario hasta su muerte natural".

"Partiendo de la interrogación sobre el nuevo ser producto de la fusión celular, que es portador de un patrimonio genético nuevo y específico -agregó el Santo Padre-, habéis puesto de relieve elementos esenciales del misterio del hombre, caracterizado por la alteridad: ser creado por Dios, ser a imagen de Dios, ser amado hecho para amar. Como ser humano, jamás está encerrado en sí mismo: siempre es portador de alteridad y desde su origen está en interacción con otros seres humanos, como nos lo revelan cada vez más las ciencias humanas".

Benedicto XVI subrayó que "el hombre no es fruto del azar, ni de un conjunto de circunstancias, ni de determinismos, ni de interacciones fisicoquímicas; es un ser que goza de una libertad que, teniendo en cuenta su naturaleza, la trasciende y es el signo del misterio de alteridad que lo habita".

"Esta libertad, propia del ser humano, hace que pueda orientar su vida hacia un fin" y "pone de manifiesto que la existencia del hombre tiene un sentido. En el ejercicio de su libertad auténtica, la persona realiza su vocación; se cumple; da forma a su identidad profunda".

"El ser humano tiene una capacidad específica: discernir lo bueno y el bien". "En nuestra época, cuando el desarrollo de las ciencias atrae y seduce por las posibilidades ofrecidas, es más importante que nunca educar las conciencias de nuestros contemporáneos para que la ciencia no se transforme en criterio del bien, y el hombre sea respetado como centro de la creación y no se convierta en objeto de manipulaciones ideológicas, de decisiones arbitrarias, ni tampoco de abuso de los más fuertes sobre los más débiles", concluyó el Santo Padre.

www.aciprensa.com

viernes, 25 de enero de 2008

El Papa propone crear una "info-ética" para orientar el mundo de los medios


Jornada para las Comunicaciones Sociales

En el mensaje que dio a conocer hoy con ocasión de la 42º Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, que se celebrará el próximo 4 de mayo, el Papa Benedicto XVI propuso un concepto totalmente novedoso: la info-ética, que como la bio-ética en el mundo de las ciencias, oriente el uso de los medios en el mundo globalizado.

En el mensaje, cuyo tema es: "Los medios: encrucijada entre protagonismo y servicio. Buscar la Verdad para compartirla", el Pontífice señala "la importancia del papel que estos instrumentos tienen en la vida de las personas y de la sociedad. En efecto, no existe ámbito de la experiencia humana -más aún si consideramos el amplio fenómeno de la globalización- en el que los medios no se hayan convertido en parte constitutiva de las relaciones interpersonales y de los procesos sociales, económicos, políticos y religiosos".

El Papa reconoce que "gracias a una vertiginosa evolución tecnológica, estos medios han logrado potencialidades extraordinarias, lo cual plantea al mismo tiempo nuevos e inéditos interrogantes. Es innegable la aportación que pueden dar al flujo de noticias, al conocimiento de los hechos y a la difusión del saber, a la alfabetización y la socialización, como también al desarrollo de la democracia y al diálogo entre los pueblos".

"Los medios en su conjunto –prosigue el mensaje– no solamente son medios para la difusión de las ideas, sino que pueden y deben ser también instrumentos al servicio de un mundo más justo y solidario".

No obstante, advierte el Santo Padre, "existe el riesgo de que en vez de ello se transformen en sistemas dedicados a someter al hombre a lógicas dictadas por los intereses dominantes del momento. Éste es el caso de una comunicación usada para fines ideológicos o para la venta de bienes de consumo mediante una publicidad obsesiva".

"Con el pretexto de representar la realidad, se tiende de hecho a legitimar e imponer modelos distorsionados de vida personal, familiar o social", dice el Papa, y agrega que para ampliar la audiencia "a veces no se duda en recurrir a la trasgresión, la vulgaridad y la violencia".

Benedicto XVI advierte que "la humanidad se encuentra hoy ante una encrucijada", y que por ello "es necesario preguntarse si es sensato dejar que los medios de comunicación se subordinen a un protagonismo indiscriminado o que acaben en manos de quien se vale de ellos para manipular las conciencias".

En su advertencia más grave sobre el desafío de los medios, el Santo Padre señala que la extraordinaria incidencia de éstos en la vida de las personas y de la sociedad "es un dato ampliamente reconocido", "pero hay que tomar conciencia del viraje, diría incluso del cambio de rol que los medios están afrontando. Hoy, de manera cada vez más marcada, la comunicación parece tener en ocasiones la pretensión no sólo de representar la realidad, sino de determinarla gracias al poder y la fuerza de sugestión que posee".

El llamado a una "info-ética"

Benedicto XVI propone así en la carta considerar el tema de los medios de comunicación "como parte integrante de la cuestión antropológica, que se plantea como un desafío crucial del tercer milenio. De manera similar a lo que sucede en el campo de la vida humana, del matrimonio y la familia, y en el ámbito de los grandes temas contemporáneos sobre la paz, la justicia y la tutela de la creación, también en el sector de la comunicación social están en juego dimensiones constitutivas del ser humano y su verdad".

"Precisamente por eso", agrega, es indispensable que los medios defiendan celosamente a la persona y respeten plenamente su dignidad".

Así el Papa lanza una propuesta audaz: "es necesaria en este ámbito una 'info-ética', así como existe la bio-ética en el campo de la medicina y de la investigación científica sobre la vida".

"Se ha de evitar que los medios se conviertan en megáfono del materialismo económico y del relativismo ético, verdaderas plagas de nuestro tiempo. Por el contrario, pueden y deben contribuir a dar a conocer la verdad sobre el hombre defendiéndola ante los que tienden a negarla o destruirla".

Así, el Pontífice señala que utilizar para este fin "todos los lenguajes, cada vez más bellos y refinados, de los que los medios disponen, es una tarea entusiasta confiada, en primer lugar, a los responsables y operadores del sector".

Pero advierte que esta es una tarea que "nos corresponde en cierto modo a todos, porque en esta época de globalización todos somos usuarios y a la vez operadores de la comunicación social".

"Los nuevos medios, en particular la telefonía e Internet, están modificando el rostro mismo de la comunicación y tal vez ésta es una maravillosa ocasión para rediseñarlo y hacer más visibles, como decía mi venerado predecesor Juan Pablo II, las líneas esenciales e irrenunciables de la verdad sobre la persona humana", concluye el Papa.

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MARTIR DE LA FE, SOLDADO DE CRISTO REY Y ESCLAVO DE MARÍA


Beato Anacleto González Flores

LA JUSTICIA ADMITIÓ QUE UN NIÑO FUE ASESINADO DURANTE UN RITUAL SATÁNICO

Se trata del primer hecho de estas características en la Argentina. El "brujo", líder del grupo afrobrasileño que practicó el ritual, confesó el horrendo crimen y aseguró que la criatura "aceptó" entregar su alma al diablo.

La Justicia admitió que un niño fue asesinado durante ritual satánico, en lo que constituye el primer hecho de estas características en la Argentina, y aseguró que los líderes del grupo pseudoreligioso que lo perpetró dijeron que la criatura de 12 años "aceptó" entregar su alma al diablo.

César Beguiristain, de 20 años, es señalado como uno de los responsables de la muerte de un niño correntino durante un ritual satánico. Confesó haber degollado y decapitado a "Ramoncito" en 2006.

El joven había sido detenido la semana pasada en la localidad bonaerense de Temperley, partido de Lomas de Zamora, luego de permanecer prófugo durante un año, cuando se fugó de Corrientes ante la aparición de una testigo clave que lo vinculó en el caso: una adolescente de 14 años.

A una semana de su arresto, Beguiristain, conocido como "el brujo", admitió ante la Justicia su participación en el sangriento asesinato de Ramón González, un chico de 12 años que vivía en situación de calle en esta provincia.

Así lo confirmó el fiscal Gustavo Schmitt, quien destacó que con este testimonio "se cierra el círculo sobre los autores materiales del asesinato".

Según Schmitt, el acusado "se quebró" y confesó haber degollado y decapitado al niño, pero aseguró que no fue idea suya sino que fue "contratado para asesinar a Ramoncito durante un juego satánico".

Por el caso hay siete detenidos, pero aún resta localizar a otro de los principales acusados por el crimen: Daniel Alegre, así como a las personas "que encargaron y financiaron el homicidio".

El imputado fue trasladado a Mercedes, donde declaró ante el magistrado Adrián Cazarubia, tras haber sido arrestado el 9 de enero último.

En su testimonio, aportó datos sobre otras "dos personas que también tuvieron una activa participación en la noche del crimen", aseguró el fiscal.

Una de ellas habría sido detenida el martes, aunque aún no aparece como imputada, mientras que la otra sería Alegre.

"Ramoncito", como le decían en la zona, desapareció el viernes 5 de octubre de 2006 y su cuerpo fue hallado el domingo 7 a la mañana, a menos de 100 metros de la Terminal de ómnibus, donde el chico solía vender estampitas y dormir sobre cartones.

Según las pericias, el nene fue violado, degollado y descuartizado en un ritual afrobrasileño.

Dentro de la banda que mató al chico, Beguiristain figura como el que quemó la mano del niño con un cigarrillo y el elegido para realizar la extracción de las partes blandas del cráneo y rostro de Ramón.

Según los expedientes judiciales, las vejaciones y torturas generaron gran sufrimiento a la víctima y provocaron placer y excitación en los imputados.

"Era un momento en que todos aullaban y lloraban. Después se tomaron de las manos con la sangre de 'Ramoncito'", declaró la adolescente testigo del cruento asesinato.

Antes que el niño muriera -en el marco del ritual satánico-, dos de los integrantes de la banda habrían bailado una danza, y luego Alegre, el acusado que aún continúa prófugo, fue el responsable de separar la cabeza del resto del cuerpo.

"La cabeza del niño fue colocada arriba de una ostia negra", precisó la joven, cuyas declaraciones coinciden con las explicaciones contenidas en un manual de magia negra secuestrado en poder de los acusados.

www.argentinosalerta.org

miércoles, 23 de enero de 2008

DESAPARECIDOS S.A.

Cuando este número gane la calle el país ya tendrá nuevo desgobierno, continuación exacerbada del pudrimiento precedente, del que es su hechura y connatural deposición.

Salida de la costilla de Néstor —no tras adánico sueño sino después de horripilante delirio— la cristínica hembra va por más, según ha dicho. Giro verbal que lejos del plus ultra pronunciado por los Austrias, apenas si denota aquí un avance del odio marxista y de las suculentas estafas capitalistas, yunta de vicios en las que estos personajes se han vuelto los primeros artífices y beneficiarios.

No saben más los Kirchner qué prueba pública dar del connubio absoluto con las Madres y piaras circundantes. El espectáculo repetido de este maridaje resulta ya el de una repugnante adulación recíproca y el de una indisimulada sociedad anónima con fines de lucro. Ahora bien, ¿era ésta la innegociable sangre derramada, ofrecida en custodia a Schoklender y a Miceli? ¿Era ésta la bregada aparición con vida, la de la colección prèt-a-porter de una tilinga que confiesa no saber vestirse con la modestia de los pobres? ¿Era ésta la victoria siempre declamada, la de los contratos más rastreros con la banca norteamericana, con los titulares de la usura mundial, con los heraldos del Imperialismo Internacional del Dinero? ¿Era ésta la revolución anunciada, la que ahora pasa a las manos de la primera fregatriz del sionismo, llorona en cuanto velorio judaico se ha promovido y carente de la más mínima lágrima para quienes caen asesinados en esas tierras que arrasa su amada Tel Aviv? ¿Era ésta la Sierra Maestra multiplicada en América, la de Skanska, el Indec, la Picolotti y los dólares chavistas?; ¿eran éstos acaso los fastos de la liberación, haciendo un día de campanillera en Wall Street y otro de compradora compulsiva en las tiendas parisinas? ¿Eran éstos los oprimidos cuyo yugo debía quitarse; apenas una banda de ex terroristas perezosos y burgueses subsidiados por el Estado liberal? ¿Era ésta, en suma, “la gloriosa JP” que canturreba orgullosa: “mujeres son las nuestras…”? ¿Cuáles? ¿Las que prostituye Tinelli, noche a noche, haciéndole de partenaire mediático oficial, o la chirusita misma, abocada a defender la perspectiva del género, esto es, el derecho de las invertidas y de las rameras?

Nunca como a la vista de lo que sucede, del amontonamiento de carnes de Cristina y Bonafini, arrobadas ambas ante la caripela patibularia del Che, ha quedado más inmundamente probada la ninguna oposición entre el capitalismo y el marxismo, la farsa de una dialéctica que sólo pueden consumir los ignorantes y los embusteros. Cervantes, en su Coloquio de los perros, por boca de Berganza, califica a estas vinculaciones nefastas de “desenfado y taimería putesca”. Difícil decirlo con mejores palabras.

Pero no hay una voz que quiera alzarse para expresarlo con todas las letras. Si los Obispos, salvo excepción que habrá que hallar, porque remedan todos a Henri Grégoire, aquel purpurado canalla que abrazó la causa jacobina tras el estallido de 1789. Si los militares, porque han sido emasculados a gomita, según celebérrima expresión de una antañona fuente nacionalista. Si el resto de quienes algún espacio público disfrutan, porque oscilan entre la complicidad, el temor o la protervia. Un silencio culposo recorre el abofeteado rostro de la patria. Se calla por no decir que el que se va es un ente corrupto. Se calla por no decir que quien lo completa también lo es. Cuando la patria recupere su soberanía y su decoro, no quedará en la historia este par delictivo, sino en los sórdidos prontuarios policiales, como diría el finado Borges. El uno quedará como el más cobarde de todos los aleves rencorosos; la otra como la más inescrupulosa y ordinaria de las politicastras nativas.

En la última y confortadora encíclica pontificia, Su Santidad Benedicto XVI —que no elude el tema de la adversidad política, tan cercano a nuestra propia experiencia— memora un texto del Sermón 340 de San Agustín, que parece contener todo un programa para nuestras actuales circunstancias. Explica allí el de Hipona que una misión se ha impuesto: “corregir a los indisciplinados, confortar a los pusilánimes, sostener a los débiles, refutar a los adversarios, guardarse de los insidiosos, instruir a los ignorantes, estimular a los indolentes, aplacar a los soberbios, moderar a los ambiciosos, animar a los desalentados, apaciguar a los pendencieros, ayudar a los pobres, liberar a los oprimidos, mostrar aprobación a los buenos”.

Todavía hay quienes se preguntan qué tenemos que hacer. Pues varias tareas pendientes surgen del texto mencionado. Es cuestión de encararlas, una a una, sin quejas ni desmayos. Sabiendo que quien pelea por Cristo Rey en la Argentina ya está en posesión de una alegría elegida y alta. Una alegría que no puede empañar este rejunte de coimeros, criminales, cultores de la muerte y artífices de la antinaturaleza. Una alegría que vence a la mujeril ralea gobernante. Porque ella, según cita preciosa traída a colación por el mismo Benedicto, es “una bienaventuranza que atraviesa felizmente las batallas con una rosa en la mano”.


Dr. Antonio Caponnetto
Director de Revista Cabildo
www.revistacabildo.com.ar

DOBLE Y SILENCIADA AFRENTA


El pasado 12 de diciembre, cuando la Cristiandad celebra el día de Nuestra Señora de Guadalupe, la plana mayor de la masonería vernácula -esto es, de la Sinagoga de Satanás, según impericlitable sentencia de León XIII- presidida por un sujeto que dice responder al nombre de Sergio Nunes, ingresó a la Catedral de Buenos Aires para rendirle homenaje,según se dijo, al Gral. José de San Martín.

De acuerdo con la información proporcionada por los mismos interesados fue la "primera vez en la historia [que] un grupo de masones ingresó en la Catedral, en un hecho [...] casi sin antecedentes en el mundo". "Con traje oscuro", "reencontrándose como hermanos", con "todas las manos en el corazón", aquellos invasores escucharon el "breve discurso" de Nunes o Nones, y tras celebrar la memoria de quien consideran "el más ilustre iniciado", se retiraron del lugar para seguir con sus estropicios ordinarios (cfr. Justo y postergado homenaje , en Símbolo-net, n.69, diciembre de 2007. Publicación digital de la Secretaría de Prensa de Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones).

La gravedad notoria y pública del sacrilegio, obliga a las siguientes consideraciones:

1.- Son responsables de esta grotesca profanación las autoridades religiosas naturalmente a cargo de custodiar el templo mayor de la Ciudad, quienes en vez de impedirles el acceso a los malditos y condenados sectarios,les franquearon las puertas con complicidad manifiesta y escandaloso beneplácito. Es responsable el Cardenal Primado, Arzobispo de Buenos Aires a la vez, el Nuncio Apostólico, y todos aquellos miembros de la Jerarquía que, por acción u omisión, han consentido o callado frente a tan provocador atropello.

2.- Todavía rige la condena terminante a la masonería, firmada al menos en dos ocasiones, de puño y letra, por el actual Pontífice Benedicto XVI, entonces Cardenal Ratzinger, cuando el 17 de febrero de 1981 primero, y el 26 de noviembre de 1983 después, la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe que lo tenía por Prefecto, ratificó no sólo la incompatibilidad entre catolicismo y masonería, sino la pena de excomunión prevista para quien tenga inserción en tan nefasta conjura. Rige asimismo el canon 1374, que establece condignos castigos a los que prestan su concurso a cualquier "asociación que maquina contra la Iglesia"; y el canon 1376 que señala similares penas a "quien profana una cosa sagrada". Caben estos drásticos sayos no primeramente a los inmundos enmandilados, que son enemigos visibles y explícitos de la Fe, sino a todos aquellos que, por razón de su ministerio, deberían proteger a la Cruz y se comportan en cambio como coautores de su vejamen.

3.- No es la primera vez en estos tiempos recientes, que nos toca presenciar con dolor el ultraje de algunos de nuestros más venerados templos. Sólo al pasar, y recordando lo sucedido en los meses postrimeros de este año que se esfuma, apuntamos los penosísimos episodios de la Basílica de Luján, de San Francisco, de San Ignacio, de la Santa Cruz o de San Patricio. En un caso fue cedido el altar mayor como podio proselitista a la infame dupla de los Kirchner y sus secuaces; en otro el espacio sacro todo, como solaz para un grupo de estólidos que conforman un club privado; en otros la parroquia entera como escenario y emblema del odio marxista presidido por las Madres, las Abuelas, los Hijos y cuanta parentela homicida y depredadora ejerce hoy poder en la patria estaqueada; y en otro caso, el de nuestro templo más antiguo, como tinglado cabalístico para alimentar la mentira judaica del holocausto.

4.- Muchas y crueles profanaciones de sus espacios sagrados ha padecido la Santa Madre Iglesia en veinte largos siglos. Pero es el nuestro un caso desdichadamente único, de templos que son entregados por los propios pastores a las hordas marxistas, a las bandas talmúdicas, a las logias masónicas y a las bacanales del mundo. En tiempos heroicos, los obispos morían mártires junto a sus sacerdotes y feligreses, para impedir la horrenda blasfemia. Ahora, andan compitiendo presurosos para recibir los halagos de los peores verdugos de la Fe. En tierras sojuzgadas por el comunismo, creció en estatura y en bizarría el legendario Cardenal de Hierro. Aquí, cuando los acomodados clérigos se entregan ostensiblemente a la masonería –como lo hizo a la vista de todos Estanislao Karlic el 12 de abril de 2000- los nombran Cardenales.

5.- El Gral. José de San Martín no fue "el más ilustre iniciado" de sus endemoniadas filas, como fementidamente repiten los trespunteados agentes. Sobran las pruebas para demostrar que los masones fueron sus pertinaces enemigos, dentro y fuera del país; para demostrar que los caudillos federales –con sus pendones altivos que gritaban ¡Religión o Muerte!- fueron en cambio sus camaradas y amigos. Para probar, en suma, que el hombre que persiguió con vara implacable a los masones, haciéndolos hocicar y rendir, fue el heredero de su sable corvo, y el destinatario de los mayores elogios. "Los pueblos" –le escribió San Martín a Quiroga el 20 de diciembre de 1834- "están en estado de agitación contaminados todos de unitarios, de logistas, de aspirantes de agentes secretos de otras naciones, y de las grandes logias que tienen en conmoción a toda Europa".

Una doble profanación se ha consumado, aunque entre la una y la otra haya una distancia que sabemos calibrar. A Dios y a la Patria, a los Santos y a los Héroes, a la Cruz y a la Espada, al Sagrario y al Soldado, al Altar y a la Historia.

Tal vez quede en esta tierra yerma alguna guardia de granaderos desvelados, leales a la misión que se les impuso de tutelar los restos del prócer en la Catedral de Santa María de los Buenos Aires. Si así fuera, bueno sería que en la próxima ocasión desalojaran a mandoblazos limpios a estos apátridas y amorales, usurpadores insolentes de la Casa del Padre. Y aplicaran contra ellos el merecido castigo previsto por el Libertador para "todo aquel que blasfemare el nombre de Dios y el de su adorable Madre", como rezaba el artículo primero del Código de Deberes militares y penas para sus infractores.

Por si alguien lo ha olvidado, el tal castigo suponía la mordaza primero y la horadación de la lengua después, con un hierro al rojo vivo. Tanta rudeza, explicaba San Martín, para que la patria no resultase "abrigadora de crímenes".

Dr. Antonio Caponnetto
Director de Revista Cabildo
www.revistacabildo.com.ar