El arzobispo de Colonia, cardenal Joachim Meisner, recordó que si bien la alegría pertenece a la vivencia de la fe, la Misa no puede convertirse en un carnaval: no deben vestirse disfraces, y en los textos litúrgicos, en determinadas oraciones y en la fórmula de la consagración debe respetarse el lenguaje original y no debe ser utilizado un lenguaje simplificado o popular.
Según informa el sitio web en alemán RP-Online, el Purpurado coloniense vio la necesidad de recordar a los párrocos las normas, a través de un documento titulado: "Liturgia y Vida: Adaptación del folclore y el dialecto en la Santa Misa", que envió a todas las parroquias de su arquidiócesis, debido a que esta situación de distorsión de la celebración eucarística se presenta en un sinnúmero de lugares a lo largo del año.
RP-Online explica que dado que en Alemania y en varios países de Europa se celebran diversos carnavales, algunos párrocos como el de Düsseldorf y otros, contrataron conjuntos murgueros para acompañar y “animar” las misas.
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