Cuando Europa regrese a sus raíces
vestida con antiguas cicatrices
como en el alba de su edad primera.
Y suba por los montes solitarios
una estirpe imperial de legionarios.
Su muerte, Capitán, será bandera.
Cuando el Tabor se crispe refulgente
anunciando el origen de Occidente
-la razón teologal de toda historia-
0 se repita el gesto de Betania
al contemplar el cielo de Rumania.
Su vida, Capitán, será victoria.
Cuando arome el incienso y el laurel
la imagen del Arcángel San Miguel
alzada en cada altar y en cada mesa.
Habrá un canto de amor por los caídos
presentes en el rezo de los nidos.
Su nombre, Capitán, será promesa.
Cuando el honor conduzca a las naciones
hacia el rumbo que marcan sus pendones
estampados en Cruz por estandarte
la ley del sacrificio y del trabajo
regirá inapelable como un tajo.
Su ejemplo, Capitán, será baluarte.
Cuando su sangre que brotó en martirio
fecunde de la raza un nuevo lirio
y la luz del dolor se haga visible.
Cuando doblen campanas en los templos
celebrando el valor de sus ejemplos.
La Legión, Capitán, será invencible.
Antonio Caponnetto
viernes, 25 de septiembre de 2009
13 DE SEPTIEMBRE: CORNELIO ZELEA CODREANU
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