Congreso de la Nación
Un nuevo instrumento de la reingeniería social anticristiana sería incorporado a los tratados internacionales vigentes en Argentina. A pedido del Poder Ejecutivo, y tras breve trámite, el Senado aprobó la suscripción de la Convención y lo pasó a Diputados. La tiranía kirchnerista no cesa de hincarse ante el Nuevo Orden. Cada 4 años nos tomaría examen la UNESCO, el "Ministerio Mundial de Educación". Por Mónica del Río.
El Senado de la Nación aprobó en su última sesión el proyecto de ley nº 68/2007, enviado por el Ejecutivo, pidiendo la aprobación de la Convención sobre la protección y promoción de la diversidad de las expresiones culturales, de la Organización de la Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). El año pasado la salteña Sonia Escudero (107/06) y la mendocina Marita Perceval (2472/06) habían solicitado en el Senado la aprobación de la Convención que el Gobierno nacional suscribió en el 2005.
Esta Convención “tiene en cuenta las disposiciones de los instrumentos internacionales aprobados por la UNESCO sobre la diversidad cultural y el ejercicio de los derechos culturales, en particular la Declaración Universal sobre la Diversidad Cultural de 2001”.
La nueva ética universal
Para la UNESCO -según consta en su web- “la diversidad cultural, es una nueva ética universal”. Dice la Declaración Universal sobre la Diversidad Cultural: “la cultura debe ser considerada como el conjunto de los rasgos distintivos espirituales y materiales, intelectuales y afectivos que caracterizan a una sociedad o a un grupo social y que abarca, además de las artes y las letras, los modos de vida, las maneras de vivir juntos, los sistemas de valores, las tradiciones y las creencias”. Las identidades culturales son “plurales, variadas y dinámicas”. Todas valen y deben ser promovidas, particularmente las de las minorías, aunque se den de bruces con la moral natural. Desde esta perspectiva, la cosmovisión cristiana sería una “cultura” equiparable al “estilo de vida homosexual”, a los “códigos de conducta” de grupos marginales, a las prácticas paganas del aborigenismo... Como esa coexistencia es imposible, la "diversidad cultural" reemplaza (destruye por sustitución) esa cosmovisión, con la “nueva ética universal”.
Cuando la UNESCO por ejemplo “adapta la respuesta cultural para la prevención del SIDA” afirma: “la cultura en un sentido amplio incluye: modos de vida, tradiciones y creencias, representaciones de la salud y la enfermedad, formas de percepción de la vida y la muerte, normas y prácticas sexuales, relaciones de poder y de género, estructuras familiares (…) La dificultad para establecer programas eficaces de VIH/SIDA proviene de una falta de franqueza, en muchas sociedades, con respecto a temas tales como la sexualidad (..) Estos tabúes están fuertemente influenciados por los juicios morales y las creencias espirituales”.
Mecanismos de la Convención
Los Estados Parte proporcionarán a la UNESCO cada cuatro (4) años, informes referidos a las medidas que hayan adoptado para proteger y promover la diversidad de las expresiones culturales en sus respectivos territorios y en el ámbito internacional.
La Convención establece como órgano plenario y supremo a la Conferencia de las Partes que designará un Comité lntergubernarnental, que estará integrado por veinticuatro (24) Estados Parte, con un mandato de cuatro (4) años y que funcionará bajo la autoridad de la Conferencia de las Partes. El Comité transmitirá a la Conferencia de las Partes los informes elevados por los Estados Parte, junto con sus observaciones y un resumen del contenido.
Esta Convención entró en vigor el 18 de marzo de 2007 y la primera reunión ordinaria de la Conferencia de las Partes tuvo lugar en la sede de la UNESCO entre el 18 y el 20 de junio de este año. Durante el discurso inaugural Koïchiro Matsuura, Director General del organismo, le agradeció a Javier Pérez de Cuellar, ex Secretario General de las Naciones Unidas vinculado a la masonería: “encabezar durante cuatro años la labor de preparación del informe Nuestra diversidad creativa, que sentó las bases de la Convención y se ha convertido en una referencia insoslayable en la reflexión acerca de la diversidad cultural”.
El 19 de junio se eligieron los primeros 24 Estados miembros del Comité lntergubernarnental, que se renovarán por mitades a partir del 2009.
Los pasos para la entrada en vigencia de la Convención en Argentina
El Gobierno de Kirchner suscribió la Convención el 20 de octubre de 2005, el mismo día en que fuera aprobada por la Conferencia General de la UNESCO.
Entró en vigor el 18 de marzo de 2007, es decir tres meses después de la fecha de depósito del trigésimo instrumento de ratificación, aceptación, aprobación o adhesión (art. 29º de la Convención).
En mayo de este año el Poder Ejecutivo envió al Senado el Mensaje nº 449/07 con las firmas del Canciller Jorge Taiana y del Jefe de Gabinete de Ministros, Alberto Fernández; solicitando la aprobación.
El expediente, aprobado con celeridad por los senadores, fue girado ahora a Diputados (CD-0102/07), si la cámara baja lo aprueba, el instrumento de aprobación podrá ser depositado en la UNESCO. Tres meses después, conforme a lo dispuesto en su Artículo 29, la Convención entraría en vigor para Argentina.
La Convención sobre la Diversidad Cultural se sumará entonces a los instrumentos jurídicos internacionales vigentes, y los lobbies anticristianos contarán en nuestro país con una nueva herramienta.
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