10 DE DICIEMBRE: DÍA INTERNACIONAL DE LA DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS

ÚLTIMA PARTE

Lo que se niega descaradamente es que muchos ‘hijos’ y ‘nietos’ están vivos y saben perfectamente donde están, por dar un ejemplo de los más conocidos, la señora Carmen Argibay que no sólo figura en la lista de los desaparecidos y nunca se preocupo de hacer algo al respecto (tampoco los organismos de DD.HH.), sino que ocupa un cargo político.

El señor ex presidente de la Nación Dr. Néstor Kirchner formó parte de las filas montoneras, pero no se lo puede acusar de cometer crimen alguno ya que al ser tan cobarde aún para defender lo que supuestamente creía y la ideología que profesaba, no le daba más que para ser chofer de los que colocaban las bombas, asaltaban los comercios, fusilaban a la población civil al paso.

El agravante máximo de estos hechos, es que los ejércitos revolucionarios no necesitaban adivinar e investigar quien era policía o militar, todos estaban uniformados, no era necesario atentados contra el resto de la población civil. Es más, para cumplir con su cometido no les era necesario hacer trabajos de inteligencia, sólo elegir el blanco y tirar del gatillo, a lo más tomarse la molestia de buscar el lugar y la hora.

Las FF.AA. están para defender el bien común de la Nación, nadie se acordó de recriminar nada al Ejército Argentino cuando prestó servicio humanitario en las inundaciones, y no salió ningún jefe militar a recalcar el trabajo realizado ni pasear por lo programas de televisión. Parece que la libre expresión también tiene sus límites, o no es tan libre.

Si el discurso subversivo aboga constantemente por la libertad de expresión, en sus muy variadas formas; cómo se entiende que sean sancionados aquellos efectivos que realizan un homenaje a sus compatriotas caídos; mientras por otro lado se festeja una multitudinaria manifestación desenfrenada y deja a su paso caos, suciedad y destrozos por la atrofiada y selectiva memoria de algunos.

Tal vez un sencillo acto de no más de cien personas sea una conspiración contra el gobierno democrático que rige hoy el país, quizás desde el exterior la Argentina sea vista como una sociedad dividida y poco segura para las inversiones.

No será que molesta que se escuche la otra campana, que se rinda homenaje a los verdaderos héroes. La visión que desde el exterior se tiene de nuestra querida patria no se debe a los actos realizados por los familiares de los policías y militares muertos en el legítimo cumplimiento de su deber, el defender y proteger a su patria, sino más bien por lo deteriorada que está después de pasar por varios gobierno montoneros, al saqueo de los bienes de la Nación de grupo tras grupo de zurdos pusilánimes que ocuparon algún cargo durante alguno de los gobiernos seudo-comunista.

Hagamos un breve recorrido por algunos de los gobiernos latinoamericanos:

Argentina: Cristina Fernández de Kirchner (judía, subversiva)

Colombia: Álvaro Uribe (zurdo, comunista, revolucionario)

Venezuela: Hugo Chávez (comunista, zurdo, revolucionario)

Brasil: Ignacio Lula da Silva (comunista, zurdo, revolucionario)

Chile: Michell Bachelet (comunista, zurda, revolucionaria)

Todos estos países poseen algo en común, no me imagino que pueda ser. Los últimos cuatro tienen una excelente relación con la Argentina, comparten intereses, ideología y un largo historial criminal que los respalda.

Pero el que no se pueda pensar diferente al matrimonio gobernante, que no se puedan realizar manifestaciones públicas que no concuerden con el pensamiento del gobierno y, que por ello sean censurados, patoteados, injuriados, difamados y sancionados; seguramente es parte de la nueva libertad de expresión en la que lo que dice el gobierno y sus simpatizantes es libre expresión y debe ser permitido bajo cualquier aspecto, sin importar si es verdad o no, o si ofende a alguien, y los que no concuerdan con ese pensamiento no pueden expresarse y son callados con el mejor estilo represivo que supuestamente ellos desprecian y critican.

Hay muchas cosas que se pueden decir sobre este tema, muchas son importantes, otras quizás sólo sirvan de relleno y complemento. La verdad es una sola, no se puede dividir a la conveniencia de algunos. Pueden existir muchos puntos de vista, pero la verdad no es más que una. La intención de este escrito es que reflexionemos sobre los acontecimientos que se suceden a diario en nuestro país, muchas personas no saben ni lo que sucede en su propio barrio. Este es uno de los temas que se distorsionan y sobre el cual se le miente a la gente, pero lamentablemente no es el único.

Por eso, procuremos interesarnos más (me incluyo en ello) por lo que pasa en el lugar en que vivimos, no somos meros espectadores de la historia de nuestra patria, somos todos actores indispensables y nadie puede hacer por nosotros lo que nosotros no hagamos. Si pretendemos y anhelamos una Argentina mejor, grande, llena de sueños; detengámonos un momento y miremos a nuestro alrededor, no nos preocupemos por lo que dejo de hacer el otro, veamos si lo que teníamos que hacer nosotros está hecho, si lo hicimos bien; entonces sí veamos que falta por hacer, no para reprochar a quien no lo hizo, sino para hacerlo y de esta forma empezar a construir la Argentina que todos queremos.

Mi más humilde, sincero y agradecido homenaje a todos aquellos héroes (policías y militares) que lucharon en pos de la soberanía nacional, de los derechos del pueblo argentino. A sus familiares, que día a día siguen esa lucha desde otro lugar. Por eso joven de mi país te pido, ruego, alza ponte de pié y levanta el fusil, no para pelear sino para defender a la Nación. La mejor forma de pelear por tu patria es desde lo social, desde lo intelectual; porque las palabras mueven, pero los ejemplos arrastran. Deseo de todo corazón que todo aquel joven que habita el pueblo argentino, tenga orgullo de decir y de gritar ante el mundo entero soy Argentino no sólo por haber nacido en este suelo, sino porque me lo he ganado.

A TODOS LOS CAÍDOS, LA PATRIA NO LOS OLVIDA, ELLA ES GRANDE PORQUE FUE REGADA CON LA SANGRE DE VALIENTES QUE EMPUÑARON SU ROSARIO Y SU FUSIL. VIVA LA PATRIA.

Martín Dario Sardi