domingo, 22 de noviembre de 2009

SOLEMNIDAD DE CRISTO REY DEL UNIVERSO

Este grito, eco de aquel Non Serviam dado al principio del tiempo, es proferido por la mayoría de las sociedades modernas que, suicida, insensatamente, y vanamente quieren sustraerse al Reinado Social de Jesucristo. Y es que Él es Rey: porque como Verbo de Dios, cuya sustancia es idéntica a la del Padre, no puede menos de tener el mismo imperio supremo y absolutísimo sobre todas las criaturas. Lo es también como hombre, pues sólo en cuanto hombre se dice de Él que recibió del Padre la potestad, el honor y el reino (Dan 7,13-14) y, finalmente, lo es por título de conquista, porque con su muerte y resurrección nos ha abierto las puertas del Cielo Veamos qué podemos hacer frente a lo que Pío XI llamó "peste que hoy inficiona la humana sociedad " (Quas Primas, 23).

REFLEXIONES

• En esta gran solemnidad de Cristo Rey que estamos solemnizando de manera particular con el licienzo, con el canto porque no todas las misas durante el año son todas iguales, hay días de feria que se llaman, los días comunes, hay días de fiesta, días de solemnidad y es conveniente señalarlo también a través de los santos y a través de los rituales.

• Esta solemnidad de Cristo Rey nos pone en presencia de esta figura de Cristo que le dice a Pilato en este diálogo que acabamos de escuchar en el Santo Evangelio cuando él, Pilato, viendo que todos lo acusan, Él se ha declarado Rey, lo acusan como un rebelde contra el Emperador Romano. Pilato es representante de dicho Emperador y extraviado le pregunta que si es realmente el Rey “¿entonces tú eres Rey? y Jesús le dijo “tienes razón yo soy Rey para esto he nacido”, es decir, que la Realeza de Cristo no es algo piadoso, una consideración digamos espiritual como podemos tener de algún santo sino que es algo que integra la doctrina de la fe católica.

• Cristo es Rey y esto es un dato fundamental de nuestro dogma cristiano y por eso esta es la fiesta que hoy quiere realizar que la Iglesia quiere se realice cerrando el año litúrgico aparece pues la figura de Cristo Rey.

• Enseguida uno puede preguntar Cristo Rey ¿de dónde? ¿Cristo, dónde es, qué quiere reina? Debemos decir que hay como dos ámbitos de la Realeza de Cristo:

- Ante todo el ámbito individual. Cristo quiere reinar en el interior de cada persona. Fue allí de donde partió la rebelión de nuestros padres Adán y Eva, y por eso, Cristo quiere restaurar el dominio de Dios en los corazones quiere ser Rey de los corazones de cada persona porque Cristo dijo en cierta ocasión “mi Reino esta dentro de vosotros”. ¿Qué significa eso?. Que Cristo quiere reinar sobre todo nuestro interior, nuestra inteligencia, nuestra voluntad, nuestros afectos. Él quiere que nuestras ideas coincidan con sus ideas, que nuestras voluntades coincidan con sus voluntades, que sus afectos coincidan con sus afectos, que nuestros odios coincidan con sus odios porque hay que saber odiar el pecado, odiar la maldad. Cristo se enojo cuando usaban su Templo para negocio y tomó un látigo. La indignación es parte de ser cristiano. No indignarse cuando Dios es insultado, la Virgen es insultada, es mala señal. Es señal que uno tiene un corazón frío frente a Dios.

- El primer ámbito es el interior de cada persona. Pero este no es el único ámbito de la realeza de Cristo. Cristo quiere ser Rey, también de las sociedades. Evidentemente que el individuo privado cuando entra a integrar una sociedad, no por ello se independiza de Cristo. Sería absurdo que lo siguiese a Cristo en el orden interior y cuando ese señor que ha dejado que Cristo domine sobre él es Presidente de la República se olvide que es cristiano. No, tiene que llevar su fe católica a la actuación pública exterior al orden temporal y este es el segundo ámbito de la realeza de Cristo que dijo también “se me ha dado todo el poder en el cielo y en la tierra”, es decir, Cristo es conciente y viene a instaurar su poder también el orden temporal en la política, en el arte, en la cultura, en la economía, en todas las actividades propia del hombre. Cristo quiere reina. Por eso debemos distinguir dos cosas muy importantes antes de seguir adelante tenemos que diferenciar CRISTIANISMO de CRISTIANDAD. CRISTIANISMO es el señorío de Cristo en cada persona. CRISTIANDAD, en cambio, es cuando el Evangelio impregna el orden temporal, es decir, como dije antes, la cultura, el arte, la economía, la política, por ejemplo, en la China actual hay cristianismo porque hay muchos chinos que son cristianos aunque estén perseguidos en campos de concentración, pero no hay Cristiandad porque el gobierno de allí (que es lo más importante del orden temporal, la forma política) no es cristiano sino marxista. No hay cristiandad, pero hay cristianismo, hay cristianos sueltos.

• Podríamos decir que el primer tiempo de la historia de la Iglesia hubo sólo cristianismo, no hubo cristiandad. Por ejemplo, bajo el Imperio Romano. El Imperio Romano perseguía a los cristianos durante tres siglos y los llevaba al martirio. Cómo iba a ver Cristiandad si el orden temporal estaba en manos de paganos de enemigos de la Iglesia, pero había cristianismo, había cristianos sueltos, mártires muchos de ellos. Pero con el pasar del tiempo ya llegando a la Edad Media comenzó a instaurarse la cristiandad, es decir, el Evangelio comenzó a impregnar el orden temporal. Desde que el Imperio Romano se convierte, desde que los bárbaros que llegan invaden se convierten comienza a instaurarse la cristiandad. Cristo empieza a reinar en el arte, en la cultura, en la economía, en la política y así tenemos en aquella época Reyes Santos como San Luis de Francia, como San Fernando de Castilla, como San Vladimir de Rusia, en fin, tenemos sin orden político que ya se deja impregna por el espíritu del Evangelio. Lo mismo tenemos un orden cultural que se deja impregnar por el mismo espíritu y así en la Edad Media nace las Universidades. Las primeras Universidades de historia nacen en la Edad Media. Fíjense ustedes que desgraciadamente en los colegios se habla pestes de la Edad Media como si fuera una época tenebrosa, oscura, de burros, de gente ignorante. ¿Qué tiene ver eso con la Edad Media real? Donde hubo un Santo Tomas, un San Buenaventura, donde se crearon las universidades. No nacieron ni en la China milenaria, ni en la India milenaria, sino nace en la cristiandad de la Edad Media. Se impregnó el orden del trabajo también en las corporaciones de trabajadores. Se impregnó en la economía: se prohibía el lucro, se obligaba al justo precio. Es decir, todo el orden temporal estaba impregnado por el espíritu del Evangelio. Esto no quiere decir que en aquella época todos fueron santos. Había muchos pecadores como hay hoy, pero hay una diferencia entre lo que pasaba entonces a hoy: en aquella época el que pecaba sabía que pecaba porque se creía en Dios, y el pecado es una ofensa a Dios. En cambio, como ya no se cree en Dios y Dios ha sido marginado de la sociedad tampoco existe el pecado porque el pecado es una ofensa a Dios.

• Al acabar la Edad Media en el año 1350 más o menos, del 1000 al 1300 corrió esta época de la cristiandad donde fue una realidad histórica. No es una utopía que se le ocurrió a Tomás Moro sino fue una realidad que se concreto en la historia. Comienza un proceso de apartamiento del cristianismo que dura hasta hoy y que tiene varios jalones:

- Un gran paso lo dio la REFORMA PROTESTANTE. Lutero se separa de la Iglesia Católica. Lutero sigue creyendo en Dios, sigue creyendo en Cristo, pero no cree más que la Iglesia Católica es la Iglesia fundada por Cristo. Eso fue un garrotazo a la cristiandad porque la mitad de Europa se separo de la obediencia al Papa.

- Luego un segundo paso que se puede concentrar en la REVOLUCION FRANCESA. Allí se avanzó todavía más en el mal. No solamente se negó a la Iglesia Católica como la verdadera sino además se negó a Cristo como Dios. En todo caso, se seguía hablando de Cristo, pero como un gran hombre. Se seguía creyendo en Dios, pero en un Dios vago, vaporoso, como lo llamaban los masones “Supremo Arquitecto”, una cosa lejana que nos hizo y después nos deja trabajar como queramos en la vida.

- Quedaba por dar un tercer paso y lo dio la REVOLUCION SOVIETICA que negó a Dios mismo, manteniendo las anteriores negaciones a la Iglesia y a Cristo, niega a Dios. Saben ustedes que el marxismo no solamente es ateo, es anti – teo, es decir, hace guerra a Dios. Por eso había organizaciones dentro del comunismo, de jóvenes dedicados a erradicar el nombre de Dios de la faz de la tierra y sobre todo de la juventud soviética, de la juventud comunista de Rusia.

• Así que tres pasos: negación de la Iglesia primero con Lutero, negación de Cristo como Dios segundo paso con la Revolución Francesa, negación de Dios mismo y estamos viviendo una época de apostasía, sigue el Nuevo Orden Mundial en esta globalización que se la quiere mostrar precisamente en la negación de Dios, de la Patria, de Cristo y en la afirmación de este mundo que decía Marx “el paraíso en la tierra”. Buscar la felicidad en la tierra, no en el cielo en el cual no cree. El hombre va hacer su propia felicidad. El hombre se va a redimir a sí mismo.

• Es un proceso largo lo que se ha llamado una REVOLUCION ANTICRISTIANA que incluso ha entrado dentro de la Iglesia. Dentro de la Iglesia ha entrado los errores modernos del liberalismo, del marxismo, etc. Frente a todo esto el Papa Pío XI declaró la fiesta de “CRISTO REY”. Sacó una encíclica que se llama “Quas Primas” en donde habla de Cristo Rey explica el sentido de este misterio de la Realeza de Cristo y luego declarar que todos los años al fin del año se haga una solemnidad en la liturgia dedicada a Cristo Rey para recordar este misterio precisamente mientras más se calla el nombre de Cristo en los parlamentos, en la política, en la cultura, ese Cristo que ha sido expulsado en estos siglos hay dos gritos grandes: uno el que lo trae San Pablo en una de sus Epístolas “es necesario que Cristo reine”, pero hay otro grito “no queremos que este reine sobre nosotros” que aparece en el Evangelio en una parábola.

• Dice el Papa Pío XI “justamente cuanto más grita en el mundo contra Cristo o más se lo ignora que es una manera más elegante, pero no menos terrible de atacar a Cristo con tanta mayor razón dejemos proclamarlo nosotros los católicos”. No la inventa el Papa, viene del Evangelio.

• Debemos de preocuparnos por dos cosas: primero preocuparnos de que Cristo reine en nuestro interior, en nuestro corazón y trabajar hacia el exterior porque cuatro siglos de apostasía no se corrigen en veinte minutos, pero si podemos crear pequeños islotes de Cristiandad. Hoy para ser católico hay que ser héroe.

• En la Sagrada Comunión cuando recibamos a nuestro Señor pidámosle esta doble gracia: Señor ven a mi corazón, a mi alma que estar en gracia y reina siempre en mi interior que mis pensamientos sean tus pensamientos, mis afectos tus afectos, mis voluntades tus voluntades, de modo que me vaya acercando a poder decir un día aquella frase tan linda de San Pablo “ya no soy yo, sino que Cristo vive en mi”. En segundo lugar, Señor te pido también que reines en la sociedad, que vaya apoderándote para redimirla, para salvarla esta sociedad apostata que te ha olvidado y encender nuestro corazón a Cristo.

Sermón que el R. P. Dr. Alfredo Sáenz, SJ, predicó en la Solemnidad de Cristo Rey (26 de Noviembre de 2006.)

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